(DES) x 2: Centro de Innovación para la Lucha Contra la Desertificación

La primera de las premisas con las que nace el proyecto del presente TFM radica en la generación de un nuevo modelo de producción, manteniendo la esencia de Rio Tinto como fuente de recursos, pero representado en un sistema productivo totalmente antagónico a la extracción minera. Este nuevo sistema productivo busca revertir el maltrato de su territorio, aportando una serie de beneficios a un suelo dañado e inerte, basado por lo tanto en la recuperación de los suelos del entorno. El proyecto busca el aprovechamiento al máximo de  los  beneficios  presentes  en  los  recursos  únicos  que  colonizan  las  aguas  de  Rio  Tinto,  representado  en  sus componentes microbiológicos extremófilos. Estos extremófilos son los verdaderos causantes de la acidez del  río,  debido  a  su  funcionamiento  metabólico:  consumen  los  minerales  calcopiríticos  presentes  en  la  región y generan grandes cantidades de ácido sulfúrico. Además, en la actualidad el ácido sulfúrico es la materia prima base con la que se desarrollan los fertilizantes químicos agrícolas. El  Centro  de  Innovación  para  la  Lucha  Contra  la  Desertificación  nace  gracias  al  recurso milenario  de  sus  extremófilos  para ser  reconfigurados  en  fertilizantes  de  última  generación y productos  regenerativos  que consiguen  la  recuperación  de  los  suelos  áridos  en  nuevos  suelos  cultivables.