La propuesta se da en base a la intención de crear un ambiente envolvente que atraiga a las personas y las atrape dentro de un terreno de uso agrario en el que la mayoría de cultivos son cereales que destacan ciertos colores cálidos y que crean una sensación de sequía.
Para contrastar, creamos un patio que defina el centro de nuestra intervención y los bloques en los que se desarrolla el programa a su alrededor que sirvan de barrera contra el extrarradio.
El proceso proyectual surge del diagrama de Voronoi. Las aristas de uno de los polígonos sirven de guía para colocar los dos bloques y situar las conexiones entre ellos.
El programa se resuelve con dos piezas que se cierran al Sur y al Oeste debido al clima y soleamiento de Granada y abre vistas hacia el patio interior y el mayor número de conexiones con el mismo.
