Partiendo del concepto del sonido comienza un proceso de investigación, incursión y aproximación situado en la Quinta de Vista Alegre. El proyecto final se alza como una secuencia de arcos representando diversas ondas de sonido según la oscilación de cada parada.

Profesores: Natalia Matesanz y Francisco Triviño

Primeros fotomontajes de experiencia sensorial
Planta de cubierta
Planta seccionada
Secciones longitudinal y transversales
Maquetas final y de trabajo
"En la primera parada encontramos unos arcos con 3/4 sobre el terreno, de los cuales 1/4 es madera y el resto arcos de cristal a base de bloques. Bajo estos arcos podemos encontrar un mecanismo de aspersores que producen el suave sonido del agua junto a una sensación refrescante. Las láminas de madera junto a unos arbustos floreados pegados al exterior de estas generan una barrera de sonido que limita las ondas que traspasan a la experiencia. Esto se consigue con la rigidez de la madera y la forma de las ramas de los arbustos que rompen las ondas de sonido."
"En la siguiente parada de la experiencia sensorial nos encontramos dos pequeños estanques contrapuestos, flanqueando el camino. La primera está acomodada para sentarse a su orilla y escuchar la cortina de agua cayendo a este. La segunda, que se muestra en el fotomontaje, cuenta con un saliente en el cual situarse e interactuar con el agua. Con una serie de arcos de luces led, el estanque y un sensor de sonido, se invita a producir ruidos que harán que los arcos se enciendan en secuencia, donde el menor es azul y el máximo rosa."