Seguir y/o abandonar el método.
Curso 2023-2024
Profesor Francisco García Triviño

1: Metodología

Para abordar la arquitectura no hay un método, no hay una forma de acercarse que garantice el existo. Cada contexto es diferente, cada momento histórico se diferencia del siguiente. Sin embargo, hay procesos lo suficientemente abstractos, abiertos, y descontextualizados que permiten que las experiencias proyectuales puedan viajar, de un lugar, un tiempo, una sociedad a otra. Procesos que se pueden replicar, más que como garantía de existo, como acompañantes que permiten adentrarse en lo desconocido.

Por ello en este curso se trabajó durante un periodo con el acompañante, el método, y durante otro con la libertad que permitió al estudiante descubrir las potencialidades de su propio proyecto.

El proyecto elegido como metodología del acompañante es el Parc de la Villete realizado por Rem Koolhaas (OMA) en un concurso realizado en Francia en 1982. La confianza en la metodología que ofrece este proyecto no es solamente por cuestiones de aprendizaje y seguimiento, sino también por entender que el proyecto arquitectónico en estas escalas urbanas se acerca más a una estrategia de acercamiento. Capaz de responder a los constantes cambios y ajustes que sufre la ciudad, en comparación con condición tradicional de producir un objeto invariante que envejece en el tiempo.

2: Procedimiento

Durante la primera parte del curso la clase se dividió en tres tipos de estudiantes que formaron grupos de tres, de tal forma que cada uno de estos estudiantes siempre estuvo en un grupo diferente. Es decir, en cada grupo hubo un estudiante que:

Trabajó recorridos: esquema general de circulaciones globales atendiendo a las preexistencias y las propuestas del proyecto: Circulación es toda actividad vinculada a los desplazamientos, bien sean peatonales, vehiculares, de carga y descarga, de ocio…

Trabajó con patrones (bandas o variantes) programáticos, que ordenen la totalidad del parque atendiendo a esta serie de manchas. Patrones que acomodan diferentes categorías de programa y se distribuyen tanto de forma aleatoria como de forma lógica. Patrones que permiten explorar cómo se materializa la división o la diferencia entre parcelas o áreas. Patrones que permiten excepciones y que marcan las reglas que los regulariza.

Trabajó con confeti, es decir pequeñas intervenciones repartidas de forma homogénea en el territorio que sean el resultado del reconocimiento a una función específica y más estable para el parque. Piezas que creen una referencia visual idéntica reconocible, variable y fuerte.

Estas tres capas, recorridos, patrones y confetis se superpusieron y se articularon entre sí que poder dar sentido a un solo proyecto. Se trató de generar una secuencia que los articulo y les de sentido de totalidad a la vez de parcialidad. Esto fue la PRIMERA ENTREGA.

Durante esta parte del curso se primó el método de capas superpuestas provenientes de situaciones diferentes a otras lógicas imperantes que puedan venir de la correspondencia entre forma y programa, de la jerarquía de unas ideas sobre otras, de la importancia del contexto sobre contenido. Solo una vez pasada la primera entrega, el estudiante pudo elegir, seguir; el método y fortalecerlo, o abandonarlo, y quedarse con esa parte del proceso llevada a cabo que le interese más y le permita definir el proyecto para que llegue a todas las escalas requeridas.

Durante esta primera parte del proyecto, la “naturaleza” del programa del parque de la quinta de Vista Alegre pretendió ser una serie de instrumentos sociales que recorren el lugar de forma densa. El programa se entiende como una sugerencia y no un listado de funciones que es necesario para habitar la quinta. El parque puede asumir toda la diversidad programática que el estudiante estime oportuno atendiendo a la preexistencia, así como propuestas venideras, talleres gimnasios, baños, parques infantiles, exposiciones, conciertos, juegos, concursos deportivos, picnic, reuniones.

3: Lugar de trabajo.

Este proceder, así como el desarrollo del curso se centró en la Quinta de Vista Alegre en Madrid. Un área delimitada de forma muy clara del contexto urbano que le rodea, a través de un muro de importantes dimensiones. Una quinta con su propia historia y trama urbana. De extensión y relación con la ciudad circundante muy parecida a la del Parc de la Villete en Francia. Toda la información sobre este sitio se ofreció en otro documento, así como su planimetría digital.